Sebastián Piñera cerró en Islas Vírgenes Británicas la compraventa de la mina chilena Dominga
4 minutos de lecturaLos documentos a los que tuvo acceso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación revelan una operación en 2010 por valor de 152 millones de dólares.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, tiene entre sus negocios offshore la compraventa en Islas Vírgenes Británicas (BVI) del proyecto minero Dominga, una operación que involucró al empresario Carlos Alberto Délano, uno de sus mejores amigos. La revelación surge de los Papeles de Pandora, un trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que tuvo a LaBot y aCIPERa cargo del capítulo chileno.
Piñera y su familia fueron en el origen los mayores accionistas del proyecto Dominga, con el 33%. Sumado el porcentaje de Délano, los amigos tenían el 56% del negocio, siempre según los citados documentos. El reparto de acciones se mantuvo hasta diciembre de 2010, cuando Délano compró por 152 millones de dólares el porcentaje de todos los socios, incluido el de Piñera. La operación se selló con un acta firmada en Chile por 14 millones de dólares y otra en las Islas Vírgenes Británicas por 138 millones de dólares. El monto debía cancelarse en tres cuotas: el 10 de diciembre se pagarían 106,8 millones de dólares y el 18 de enero otros 21 millones de dólares. El saldo quedaría pendiente hasta el 31 de diciembre de 2011. Este último pago, sin embargo, tuvo una condición: solo se haría si el Estado no declaraba reserva natural la zona donde se pensaba desarrollar Dominga, como en ese entonces reclamaban los ambientalistas.
La suerte del proyecto Dominga quedó en manos del Gobierno de Piñera, que no promovió la protección ambiental de la zona. La tercera cuota, finalmente, se pagó. La participación de Piñera en la operación estuvo precedida de una serie de decisiones políticas que generaron polémica. Pocos meses después de asumir en marzo de 2010 su primer mandato, Piñera anunció la cancelación de la construcción de la termoeléctrica Barrancones, de la franco-belga Suez, pese a que contaba con los permisos para operar. “He acordado con Suez cambiar la ubicación de la central termoeléctrica Barrancones, de forma tal de alejarla del sector de Punta Choros, Isla Damas e Isla Gaviota y proteger ese santuario de la naturaleza”, dijo entonces Piñera tras una protesta de ambientalistas en la zona. Barrancones debía funcionar en la comuna chilena La Higuera, el mismo sitio que la minera Dominga.
Cuando se suspendió Barrancones no se sabía que Piñera estaba detrás del desarrollo de Dominga. Cuando se descubrió, se abrió una comisión investigadora en Diputados que concluyó que era posible, al menos, presumir que Piñera “buscó beneficiar a minera Dominga en agosto de 2010, cuando de manera arbitraria y saltándose la institucionalidad ambiental canceló la construcción de la central termoeléctrica Barrancones en la comuna de La Higuera”. El asunto también fue objeto de una querella promovida por el exdiputado Hugo Gutiérrez, proceso en el que Piñera fue sobreseído.
En la declaración judicial de aquel juicio, Piñera dijo que no solo estaba fuera de la gestión de sus empresas desde 2009, sino que ni siquiera supo de la inversión que se había realizado en el proyecto Dominga hasta después de terminar su primer mandato, en 2014. Ante las consultas de CIPER y LaBot para esta investigación, Piñera derivó el cuestionario a Nicolás Noguera, gerente general de las empresas de la familia Piñera. El ejecutivo reiteró los argumentos dados durante la investigación judicial: Piñera no maneja sus negocios desde hace 12 años, no fue informado sobre el proceso de venta de Dominga y está sobreseído por este asunto en los tribunales. No respondió a la pregunta sobre el supuesto conflicto de intereses que suponía que el tercer pago de la venta de la minera dependiese de una decisión del Gobierno de Piñera.
En cuanto a Délano, el socio inicial de Piñera en el proyecto Dominga y luego su propietario absoluto, envió un detallado documento redactado por sus asesores. Explicaron allí que fueron los gestores del fondo que originalmente era dueño de Dominga (el Fondo de Inversión Privado Latin Minerals) quienes estructuraron su propiedad en Islas Vírgenes Británicas porque la idea original era venderla a compradores extranjeros. “Las sociedades de la familia Délano que adquirieron el proyecto Dominga cumplieron todas las obligaciones de declaración y/o pago de impuestos que eran aplicables a esa operación”, aseguraron.
En cuanto al pago de la última cuota, subrayaron que correspondía solo al 6,5% del total del precio de venta y que las negociaciones se hicieron directamente con el Fondo de Inversión que vendió Dominga. Si bien no mencionaron que quién firmó el contrato, a nombre de dicho fondo, fue Nicolás Noguera, el hombre que lleva adelante la gestión de las empresas de Piñera, descartaron cualquier relación del presidente con la operación. “La vinculación de alguna autoridad con esta materia, que insinúa su carta, constituye una especulación completamente infundada que –como es de público conocimiento- fue materia de una investigación del Ministerio Público que fue sobreseída definitivamente, con costas”.
En la investigación de Chile han participado Francisca Skoknic (LaBot) y Alberto Arellano (CIPER).
(fuente: El País de España)