Problemas geo-militares en el teatro de guerra hemisférico
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Por Jesús Dávila/Especial Inter News Service
San Juan, 8 oct (INS).- La concentración de barcos, aviones y otros recursos bélicos de Estados Unidos en el Mar Caribe es la más grande de todas las fuerzas destacadas alrededor del mundo, según documentos de la propia armada, que sin embargo dejan fuera por lo menos un barco sigiloso que fue localizado también.
La costosa operación aeronaval sólo había producido —al 30 de septiembre— el hundimiento de tres lanchas pequeñas y el abordaje de un barco atunero, pero va camino de arreciarse, a juzgar por la discusión sobre atacar con misiles y drones el interior de Venezuela.
Según el sistema público de la Armada de EEUU para las fechas del 22 al 30 de septiembre, la localización de barcos destacados en distintas partes del mundo, presentó en torno a las aguas caribeñas ocho barcos.
Para las mismas fechas, en Japón aparecen cinco, en Corea del Sur dos, entre el mar del Norte y el Atlántico Norte tres, dos en el Mediterráneo, dos en el mar Rojo, tres en el Golfo Pérsico, cuatro en el mar de Arabia, dos en el Pacífico occidental y entre cuatro y siete en el este del Pacífico.
Todos los barcos aparecen identificados con sus nombres, numeraciones, recursos y localización aproximada, así como los portaaviones o barcos de asalto anfibio que dirigen cada grupo, comprobó la agencia NCM Noticias.
Como es de esperarse por la confidencialidad usual en las operaciones militares, no se identifican todas las naves, como, por ejemplo, en las fuerzas destacadas para el Caribe en algunos sistemas no aparece el submarino nuclear que el propio satélite de la Armada captó al este de Guadalupe, ni el barco disimulado como si fuera un mercante que va cargado de fuerzas especiales que fue retratado al sur de Santa Cruz.
Tampoco apareció identificado el submarino que disparó hacia el centro del Atlántico desde el este de la Florida cuatro misiles Trident, en lo que la Armada describió como pruebas de rutina para verificar que los viejos misiles con capacidad nuclear están en buenas condiciones.
Mientras tanto, el día 26, el teniente coronel Douglas Schiess, comandante de las Fuerzas Espaciales, dijo en el foro anual de la Asociación de Fuerzas Espaciales, efectuado en National Harbor, Maryland, que China está incrementando mensualmente su capacidad para la guerra en el espacio y es la “mayor amenaza” para un eventual ataque desde esa gran distancia a las fuerzas armadas estadounidenses en mar, tierra y aire.
A la advertencia del teniente coronel Schiess, se suma el informe del mismo día del Royal United Services Institute sobre documentos de inteligencia que relatan supuestos detalles de la cooperación militar ruso-china para tomar Taiwán tan pronto como en 2027.
Estados Unidos ha estado observando una treintena de proyectos portuarios chinos, desde la Baja California en México, la zona del Canal de Panamá, el Amazonas y hasta Punta Arenas en Chile, lo que llevó al Comando Sur a advertir a los jefes militares latinoamericanos que China amenaza hasta el estrecho de Magallanes. De igual forma, se documentan acciones y proyectos de Irán y la Federación Rusa.
Parte del problema es el uso del lenguaje por parte de ideólogos y promotores de las evaluaciones de Washington, en el cual una operación comercial es tildada de “amenaza” o “maligna”, la entrada de inmigrantes sin permiso de trabajo viene a ser una “invasión”, la actividad de los contrabandistas comunes de drogas son ataques armados y debe existir una gran conspiración del Comité Nacional del Partido Demócrata de EEUU.
En ese lenguaje, la presencia de maestros y profesores liberales es “indoctrinación”, la defensa de grupos marginados como los afro-norteamericanos, los derechos reproductivos y la presencia de sectores de la llamada comunidad LGBTTQ constituyen violaciones de derechos civiles, además de que ser identificado como “antifa” —antifascista— es considerado por la Casa Blanca como “terrorismo”.
Eso ha motivado que en el frente interno de los propios EEUU se estén usando fuerzas militares para patrullaje en diversas ciudades, desde Oregón, hasta la propia capital federal.
En ese marco es que se produce, al cierre de esta crónica, la reunión a la que han sido convocados cerca de 800 generales y almirantes, muchos de los cuales comandan fuerzas destacadas en distintas partes del mundo.
Según los anuncios oficiales previos al día 30 de septiembre, la reunión será con el secretario de Defensa —ahora designado secretario de la Guerra— y el propio presidente de EEUU, pero de inmediato no hay muchos detalles de la agenda.
Los efectos de todo eso son muy visibles en Puerto Rico, donde sin haber empezado invasión a ningún otro país, la pequeña nación isleña y colonia estadounidense, es punto de destacamento de fuerzas de asalto anfibio, drones bombarderos, aviones F-35, el avión espía y bombardero P-8 Poseidón y barcos de guerra armados de misiles.
El resultado inmediato ha sido la reactivación de protestas contra la militarización y la presencia del tema en asuntos de protestas sociales.
Tan reciente como el día 29, los diferendos por la administración de los fondos de la Universidad de Puerto Rico incluyeron ese aspecto cuando se informó que la presidencia de la Universidad había gestionado algún tipo de acuerdo con “iniciativas” de las fuerzas armadas. A eso, el presidente del Consejo General de Estudiantes, Reynaldo Vélez Ginorio, advirtió que “la UPR, históricamente, (ha estado) en contra de la militarización”.
El caso puertorriqueño será objeto de un panel sobre descolonización pautado para un edificio del Congreso a mediados de octubre, con el auspicio de Boricuas Unidos en la Diáspora y la oficina de la congresista Nydia Velázquez (D-Nueva York), en que participarán el secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, el autonomista Rafael Cox Alomar y el economista José Caraballo Cueto.
A todo eso, cerca del Ártico, donde el estrecho de Bering separa a EEUU de Rusia, la fuerza aérea estuvo en alerta por novena vez este año por el paso cercano, aunque por aguas internacionales, de aviones rusos.