agosto 26, 2021

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El legado de La Lista del Pueblo

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Lo que fue un éxito para la elección a constituyentes, terminó por diluirse. La Lista Del Pueblo fue un fenómeno electoral, que logró capturar las esperanzas de una parte de las ciudadanas y los ciudadanos que no se sentía representado por el mundo político, a estas alturas tan desprestigiado; definiéndose, entonces, como los “representantes del espíritu del 18 de octubre”.

Hoy poco y nada queda de eso, después de luchas intestinas y con una nueva dirección, encabezada por “sus fundadores” se embarcaron en una estrategia política, francamente, incomprensible: llevaron 3 candidatos y los hicieron competir por patrocinios, con lo que dispersaron a su electorado y, finalmente, solo Diego Ancalao logró llegar al SERVEL. Sin embargo, hoy su candidatura fue rechazada por incluir patrocinios presentados en una notaría que se encuentra cerrada hace 2 años y con la firma de un notario muerto hace un año.

Es decir, de mal en peor … parece un chiste, de esos que hacen doler la guata…

Pero todo en la vida tiene un lado positivo… pues la experiencia de LLDP permitió revalorar los alicaídos y desprestigiados partidos políticos. Hoy, creo, somos muchos los que entendemos que las democracias sanas y modernas necesitan de PP organizados, regulados, probos; que tengan estructuras y orgánicas, que entreguen seriedad y gobernanza a la población.

Las montoneras no han sido y nunca serán gobierno.

Evidentemente, los PP chilenos están al debe… y necesitan, de manera urgente, una reforma profunda que les obligue a tener procesos democráticos internos, ya que las actuales élites políticas controlan cuotas de poder que impiden el desarrollo democrático del país. Se trata de élites que están coludidas con empresarios, lo que ha provocado que la relación entre dinero y política traspase los límites de la ética; y eso hay que cambiarlo ahora ya.

Con todo, los PP son pieza clave en la estructura de poder, en tanto articuladores de acuerdos sociales; los que deben ser, transparentemente, expuestos a la ciudadanía y a las distintas organizaciones sociales. Los PP son las orgánicas encargadas de coordinar, estructurar, acordar, diseñar y encauzan los procesos sociales.

LLDP apostó por nombres y no por un proyecto; apostó por la protesta y no por la propuesta; apostó por la democracia directa, pero sin forma ni estructura; apostó por ser apolítica y, por lo tanto, no apostó por el poder y sin poder no se realizan las transformaciones que el país requiere.

LLPD tuvo entre sus manos la posibilidad de escribir algunas líneas de la historia de nuestro país, pero terminó siendo solo una mala anécdota.

Esperemos que sus constituyentes (los que queden) sean parte del proceso de construcción de una constitución para un Chile mejor, más justo, más digno.

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