Juegos Olímpicos: La hora de cobrar cuentas
3 minutos de lecturaEl “Team” Chile vuelve de Tokio con las manos vacías de medallas, pese a llevar la delegación más numerosa a unos Juegos Olímpicos.
Las esperanzas depositadas en un puñado de figuras se desvanecieron con el paso de la competencia y la comparación resultó inevitable con potencias que destinan sumas importantes al deporte.
En el barrio latinoamericano, Chile quedó debajo de países, como Cuba y Venezuela, sometidos a un implacable bloqueo de Estados Unidos, y también lo superó Ecuador, que hasta hoy ha conseguido dos preseas de oro y una de plata.
Ya antes de la cita en la capital nipona, una de las candidatas a medallas, la canoista, María José Maillard, expresó su frustración: “llevamos varios años pidiendo implementación, primero para clasificar a los Juegos Olímpicos, luego para preparar Tokio ya que no llegó antes y todavía no tenemos nada de lo que nos prometieron hace 3 años”
La cruda realidad quedó expuesta en la competencia en la que Maillard, ganadora de la medalla de plata en los Panamericanos de Lima de 2019, no pudo superar la etapa de semifinales, frustrándose una de las cartas más esperanzadoras de la representación nacional.
El panorama no fue distinto en las otras disciplinas. Los que dieron más batallas fueron los golfistas Joaquín Nieman y Guillermo “Mito” Pereira, pero ambos escapan al común denominador de los otros deportistas: escaso o insignificante apoyo estatal para potenciar sus capacidades individuales.
Uno de los aspectos que pesaron en el rendimiento deportivo chileno en Tokio fue la ausencia de profesionales del área mental, considerados imprescindibles en una competencia del máximo nivel. El drama de la gimnasta estadounidense, Simone Biles, puso de relieve esa realidad al auto marginarse de varias pruebas por la presión mental que sufría.
Después de finalizar su participación en las semifinales de la categoría C1 200 del canotaje, María José Maillard describió la mezcla de sensaciones que la atravesaron. “Tenía miedo, porque la gente puede ser cruel. Tenía mucha presión, sentía que la gente esperaba mucho de mí y eso también me jugó en contra. Traté de manejarlo, pero lamentablemente no trajeron a mi psicóloga acá”
Esta situación la habían previsto los profesionales del área de Sicología Deportiva de la UCAD, Unidad de Ciencias Aplicadas del Deporte, del CAR (Centro de Alto Rendimiento). En junio pasado manifestaron su inquietud formalmente al jefe de la repartición, Hugo Cerda, a través de una carta, que después llegó a manos de la ministra del Deporte, Cecilia Pérez.
En la misiva resumían la preocupación de los especialistas y ponían en evidencia los problemas que podrían sufrir los deportistas al no contar con apoyo en un evento que supone un alto nivel de estrés.
El domingo 8 se clausurarán los Juegos y en el tablero de medallas Chile figurará sin ninguna presea. ¿Llegó la hora de reconsiderar el rol del Estado en el desarrollo del deporte de alta competencia?
Los Juegos Panamericanos de 2023 en nuestro país están a la vuelta de la esquina, y el desafío es presentar un grupo de alto rendimiento, que compita con posibilidades de obtener medallas frente a los grandes del continente.