Todo sea por un voto
2 minutos de lecturaArgentina, de ser el país con la cuarentena más larga y estricta del mundo para enfrentar la peste del Covid-19, se convirtió en el primer país de América Latina en declarar una virtual pospandemia a partir del 1 de octubre.
La decisión es eminentemente electoral y peligrosamente prematura. Dicen los analistas que es como un vendedor desesperado que ofrece lo que le queda para atraer al cliente que se les fue, antes de perderlo definitivamente.
Los anuncios del levantamiento de las restricciones sanitarias se produjeron horas después de un cambio de gabinete del gobierno de Alberto Fernández para intentar revertir la debacle electoral que el oficialismo sufrió en las primarias para las elecciones legislativas de noviembre próximo.
Los cambios se insertan en un paquete de medidas socio económico y sanitarias para recuperar los votos propios y de sectores independientes.
Es cierto que una de las razones del voto contra el Gobierno fue en protesta por el prolongado encierro y sus consecuencias psicológicas y económicas en la sociedad.
Pero ningún gobierno, hasta ahora, ofreció como solución decirle adiós de golpe a la enfermedad, porque esta todavía existe y con cepas nuevas, como la Delta, más peligrosas aún.
Entre las medidas, la Casa Rosada (sede del gobierno), anunció que levantará el uso de la mascarilla en espacios públicos a partir del 1º de octubre y eliminará virtualmente los cupos para las reuniones públicas, incluida la vuelta del público a los estadios.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien era el símbolo del encierro y el cierre de escuelas, pasó a ser el abanderado de la liberación total, al extremo de establecer clases los días sábados.
En semanas recientes, un equipo de científicos europeos firmó un documento con recomendaciones para evitar nuevas olas de contagios masivos del Covid-19. La primera conclusión de ese documento es que la pandemia no se terminó y recomienda un camino de decisiones escalonadas, prudentes y juiciosas.
El principal consejo de los científicos consiste en no arremeter torpemente contra las medidas de cuidado y aprecaución que se demostraron eficientes.
Los críticos del gobierno argentino dicen que la única decisión atinada de ayer fue permitir el ingreso de viajeros. Ningún otro país del mundo les prohibió volver a su país a los nacionales que se encontraban en el exterior. Las legiones de argentinos varados, miles de ellos sin recursos, expatriados, fue un fenómeno único que la Argentina ofreció al mundo.