LARGA HISTORIA DE REALISMO MÁGICO ENTRE WASHINGTON Y PUERTO RICO Por Jesús Dávila
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SAN JUAN, 15 de abril de 2025 (NCM) – Los informes sobre documentos circulados en Washington por independentistas puertorriqueños y de un grupo de trabajo organizándose entre el Congreso y la Casa Blanca tienen un referente de
hace veinte años, pero, más aún, en la gesta estratégica que comenzó en 1927 en la
Universidad de Columbia, en Nueva York.
Los precedentes ayudarían a entender las acciones del Movimiento de Acción Puertorriqueña y de Puertorriqueños Unidos en Acción, cada cual por su lado, y las versiones que circulan sobre la organización de un presunto equipo de trabajo para
atender el caso colonial de Puerto Rico.
Uno de esos precedentes ocurrió a poco de retirarse la Armada de Estados Unidos de
la isla puertorriqueña de Vieques y durante el proceso de fundación del Movimiento
Independentista Nacional Hostosiano, entre 2004 y 2005, impulsado por Enrique «Kike” Fernández Toledo —entonces ayudante del congresista Luis Gutiérrez— y el historiador José “Che” Paralitici. La idea de Kike y Che era establecer una oficina
en Washington, a modo de “embajada”, para darle vida y presencia al tema de la descolonización e independencia para Puerto Rico.
Paralitici concedió una entrevista a la agencia NCM Noticias sobre aquella gesta en días recientes, en la que relató que como parte de aquel esfuerzo se preparó un informe sobre la sustentabilidad de la economía de Puerto Rico en la independencia.
El propósito era fomentar la discusión en los círculos de poder de Washington sobre la conveniencia de disponer de este territorio colonial caribeño y abrirle paso a su independencia.
Algunos de los que, veinte años después, trabajarían en las acciones presentes,
pudieron haber tenido información sobre las gestiones de Fernández y Paralitici.
Más distante viene a ser la gesta de 1927-1928, protagonizada por uno de los fundadores del Partido Nacionalista de Puerto Rico, José Coll y Cuchí.
El abogado puertorriqueño viajó a Nueva York para dictar una conferencia magistral en la Universidad de Columbia, a la que asistió el gobernador de ese estado, Alfred Smith. El político neoyorquino resultó tan impresionado por la conferencia que le
pidió que le ayudara en su esfuerzo por la candidatura para presidente de EEUU por
el Partido Demócrata en los comicios de 1928, invitación que Coll y Cuchí aceptó.
Lo que Al Smith le pidió específicamente fue que le ayudase a promover su candidatura entre los votantes hispanos. El nieto de Coll y Cuchí, Eduardo Morales Coll, relató hace años que la estrategia de su abuelo tenía como objetivo establecer
una relación directa con quien esperaba podría convertirse en presidente de EEUU para abrirle camino en Washington al reclamo por la independencia de Puerto Rico.
Smith era católico, liberal y asociado a Franklin Delano Roosevelt. En su ideario y programa político estaba su oposición a la prohibición de las bebidas alcohólicas, a las intervenciones imperialistas en Nicaragua y otros lugares y al Ku Klux Klan, que
por entonces era una fuerza política capaz de convocar manifestaciones multitudinarias. Sin embargo, sobre Puerto Rico, la convención del Partido Demócrata de 1928 lo que aprobó fue otorgarle a la colonia el mayor nivel posible
de gobierno propio para asuntos internos como forma de irla preparando para su eventual admisión como estado de la nación norteña.
Años después, un enviado del presidente Roosevelt se reunió con el presidente del Partido Nacionalista, Pedro Albizu Campos, en la celda que compartía con el liderazgo de la colectividad en la prisión federal de Atlanta. Según el relato de secretario general del partido, el poeta Juan Antonio Corretjer —presente en la reunión—, el enviado presidencial le ofreció sacarlos a todos de la prisión y
enviarlos de inmediato en un avión de vuelta a Puerto Rico, donde, les garantizaba que Albizu ganaría las elecciones. Les prometió además que se concedería a Puerto
Rico un estatus autonómico, con bandera propia y todo, pero que tenían que renunciar a la independencia.
Según el relato de Corretjer, Albizu Campos y los nacionalistas rechazaron la oferta.
En cambio, a mediados de los años cuarenta del siglo pasado y a base del argumento
de la nulidad del Tratado de París por el que EEUU se posesionó de Puerto Rico,
Albizu nombraría a Thelma Mielke embajadora en rango de observadora a la
entonces naciente Organización de las Naciones Unidas para abogar por la independencia de la patria.
Pero en 1928 faltaba mucho para que la historia del independentismo tomara ese otro derrotero en sus gestiones diplomáticas. Por el momento, el escenario era de Coll y Cuchí, quien no se amilanó por el revés de la convención del Partido
Demócrata y cumplió su palabra a Smith, pero sin traicionar su lucha por la
independencia.
Para 1928, la presencia hispana en Nueva York —incluida la puertorriqueña— era creciente y aumentaba cada vez más su influencia, al punto de que el Harlem del
Este comenzaba a pasar, de ser conocido como “Harlem Italiano”, a transformarse
en “Spanish Harlem”. De hecho, fue en 1928 cuando un inmigrante español que
había estado en Cuba y Puerto Rico fundó el Café Bustelo.
Los censos de población de Nueva York daban cuenta del crecimiento de la
inmigración española y de los países latinoamericanos, aunque no parece que
identificaran como algo diferenciado a los de Puerto Rico. Pero el caso es que la
campaña dejó huella en la población hispana a favor de Smith, quien, sin embargo,
sufrió una aplastante derrota en votos del colegio electoral y votación popular en la
mayor parte de EEUU en una contienda en la que proliferó la difusión de noticias
falsas contra el candidato católico.
De vuelta al presente, la gobernante puertorriqueña Jenniffer González capitaneó un
esfuerzo amplio de cabildeo a principios de mes, pero admitió que no encontró
ambiente para la causa de la anexión. Lo que sí se produjo fue el rumor de que en la
oficina de un senador republicano se trabajaba en la formación de un comité de
trabajo sobre Puerto Rico, con la participación de la Casa Blanca y diversas agencias
y grupos.