Por qué China está alienando al mundo

A principios de 2017, China parecía estar en racha. Su economía estaba superando las estimaciones. El presidente Xi Jinping estaba implementando la iniciativa de infraestructura de la Franja y la Ruta del país y estaba a punto de abrir la primera base militar de China en el extranjero en Djibouti. Lo más importante es que Xi parecía dispuesto a aprovechar la determinación del presidente Donald Trump de entablar peleas con los aliados de Estados Unidos y las instituciones internacionales. En un discurso en Davos en enero de ese año, Xi incluso comparó el proteccionismo con «encerrarse en una habitación oscura».

Casi cinco años después, Beijing enfrenta su mayor reacción internacional en décadas. Las opiniones negativas de  China  están cerca de máximos históricos en todo el mundo desarrollado, según una encuesta del Pew Research Center de junio, que mostró que al menos tres cuartas partes de los encuestados en Australia, Japón, Corea del Sur, Suecia y Estados Unidos ahora tienen una amplia opinión opiniones negativas del país. La Unión Europea, a la que Beijing acudió en los tribunales durante la era Trump, ha calificado oficialmente a China de » rival sistémico » , y los líderes de la OTAN han comenzado a coordinar una respuesta común a Beijing. A las puertas de China, los líderes de Australia, India, Japón y Estados Unidos han revitalizado el grupo de naciones » Quad «.en respuesta a las preocupaciones sobre las intenciones de Beijing. Y más recientemente, Estados Unidos y el Reino Unido acordaron compartir secretos nucleares sensibles con Australia para ayudarla a contrarrestar las ambiciones navales de China en el Pacífico.

Sin embargo, Beijing no muestra signos de cambiar de rumbo. A diferencia de épocas anteriores de reacciones violentas contra China, como la que siguió a la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989, esta no ha provocado una recalibración en Beijing. Por ahora, los líderes de China parecen haber decidido que su nueva fuerza nacional, combinada con el malestar general de Occidente, significa que el resto del mundo tendrá que adaptarse a las preferencias de Beijing.

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